Como dijimos esta cultura se origina en los Estados Unidos, más precisamente en la ciudad de Washington DC, como un genero musical post-hardcore, que rápidamente debido al contenido emocional y expresivo de sus letras fue definido como emotional hardcore, y posteriormente abreviado como emo-core. Su estilo musical deriva del hardcore punk con la diferencia de ser más lento y melódico.

Se considera el nacimiento del genero emo-core el lanzamiento del disco Rites of Spring hecho por la banda que tiene el mismo nombre en el año 1985. Los seguidores de la cultura emo rápidamente comenzaron a masificarse y a buscar su propia identidad, que los diferenciase de otras tribus urbanas con las que tenían más de un punto de contacto pero que sentían ser sustancialmente diferentes como los punks y seguidores del grunge.
Pero en la actualidad los emos se han multiplicado por millones al rededor del planeta y muchos adolescentes que ni siquiera conocen a las bandas fundadoras de esta subcultura dicen ser emos tan solo por llevar un peinado y vestirse de negro y rosa. Los emos han sido atacados en infinidad de oportunidades por diversos grupos tras ser considerados un flagelo social y muchas veces considerar que es el paso previo o una forma de esconder la homosexualidad.
Hoy en día la cultura emo no pone a la música como su bandera, o la pone pero erróneamente. Muchas bandas que se jactan de ser emo-core y en realidad ni cerca están de las incipientes Rites of Spring, Fugazi, Embrace, Sunny Day Real Estate, Bad Religion, Jawbreake, Jawbox o Sense Field, entre otras.
La masificación del género musical y la apropiación del término por parte de las discográficas multinacionales para embaucarlo en cualquier banda con el fin de obtener mayores ventas ha generado el disgusto de los emos de la primera ola.

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